El proceso de regularización de los inmigrantes por razones de arraigo, que concluye esta noche ante la entrada en vigor hoy del reglamento de la ley de extranjería, provocó ayer numerosas colas de extranjeros para formalizar sus solicitudes, que superarán las 200.000, según los sindicatos. El Gobierno anunció el pasado 6 de junio que extendería a toda España «y con la máxima flexibilidad» los criterios de arraigo o razones humanitarias que distintas autonomías han aplicado en los acuerdos con inmigrantes encerrados, siempre que los extranjeros hubieran entrado en el país antes del 23 de enero.
Desde entonces y hasta ayer, los inmigrantes sin papeles han podido presentar en las oficinas de extranjería su solicitud invocando el artículo 31 de la ley de extranjería (arraigo o razones humanitarias), un proceso al que pone fin la entrada en vigor del Reglamento que desarrolla la Ley de Extranjería, y que establece que para poder acogerse al arraigo se debe acreditar una estancia mínima de tres años en el país. Pero hasta hoy, el arraigo se traduce en encontrarse en España antes del 23 de enero de este año y «acreditar» o la «incorporación real o potencial al mercado de trabajo, o la anterior residencia regular en España o la existencia de vínculos familiares con extranjeros residentes o con españoles», entre otros requisitos.
El periodo oficial para las resoluciones, que se comunicarán a cada persona, es de tres meses a partir de la entrada de la petición en una oficina de Extranjería. El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Mariano Rajoy, que firmó ayer sendos convenios sobre drogodependencias y extranjería, no ha adelantado cifras sobre el número de solicitudes, pero los sindicatos UGT y CC OO consideran que se superarán las 200.000, que, subrayan, no coinciden con número de demandantes, porque suelen presentar varias en distintas oficinas.
Por otro lado, la búsqueda de la patera ocupada por unas 30 personas, que está a la deriva en algún lugar del mar de Alborán, tras quedarse sin combustible, después de zarpar la madrugada del pasado miércoles desde las proximidades de la bahía de Alhucemas (Marruecos), se reanudó la mañana de ayer con las primeras luces del día. Según informaron fuentes del Centro de Salvamento Marítimo de Almería, la esperanza de encontrarlos con vida se mantiene.