Algunos ganaderos británicos pueden estar infectando deliberadamente su ganado con el virus de la fiebre aftosa para recibir compensaciones económicas, según las denuncias recibidas por el Gobierno de Londres hechas públicas ayer. Un portavoz del Ministerio de Medioambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido aseguró que el Gobierno se había tomado «muy seriamente» las acusaciones contra ciertos ganaderos que pueden estar propiciando el contagio de la enfermedad.
La alarma se desató cuando una granjera galesa dijo que se le había ofrecido una oveja infectada de aftosa para que la introdujera en sus rebaños de modo que los contagiara y pudiera reclamar así ayudas económicas. Nuala Preston, de Pembrokeshire (oeste de Gales), explicó que se sintió «horrorizada» al recibir una llamada telefónica de un ganadero que le ofreció restos de una oveja infectada de aftosa por dos mil libras (casi 3.000 dólares).
«Me preguntó si me gustaría comprar ovejas con aftosa por 2.847 dólares. Inmediatamente colgué el teléfono porque me puse furiosa», dijo la ganadera galesa. «Sin embargo, el DEFRA dijo que era poco lo que podían hacer porque no tenían el número de teléfono (...). La policía ha estado informada desde entonces», continuó Preston. Las autoridades ya han abierto una investigación al respecto, aunque todavía no han encontrado evidencia alguna, añadió el portavoz.
Este fin de semana fueron sacrificadas 4.000 ovejas en el parque natural de Brecon Beacons (Gales) ante el temor a nuevos brotes de aftosa. Más de 30.000 ovejas de North Yorkshire (norte de Inglaterra) serán sometidas en las próximas semanas a pruebas médicas para comprobar si están infectadas o no del virus aftoso, indicaron en el día de ayer fuentes oficiales. Desde febrero de este año fueron sacrificados en el Reino Unido más de dos millones de animales para combatir esta enfermedad, que pareció remitir en junio pasado y que las autoridades están empeñadas en que no se repita.