El rechazo de Estados Unidos al proyecto de protocolo de verificación de la Convención de Armas Biológicas imposibilitará la aprobación de un texto que debe basarse en el consenso de todos los Estados. El embajador estadounidense Donald Mahley afirmó ayer ante el grupo de trabajo de la ONU para elaborar este protocolo, reunido en Ginebra, que el proyecto actual «pone en riesgo la seguridad nacional y la información confidencial».
La posición de Estados Unidos impedirá que el protocolo sea aprobado en la próxima revisión de la Convención, prevista para el mes de noviembre, según fuentes diplomáticas, que incluso se cuestionaron la validez de la reunión del grupo de trabajo, que debe prolongarse durante otras cuatro semanas.
Este grupo comenzó el lunes su última reunión tras un proceso de negociaciones de más de seis años para intentar lograr un consenso sobre el protocolo y, antes de la negativa estadounidense, la práctica totalidad de los 56 países que participan habían mostrado su apoyo al proyecto elaborado por el presidente, Tibor Toth. Sin embargo, el representante estadounidense fue categórico al afirmar que el actual borrador «no mejora la capacidad para verificar» el cumplimiento de la Convención de Armas Biológicas, principal objetivo del protocolo, por lo que «servirá de poco para disuadir a los países que buscan desarrollar armamento de este tipo».
Igualmente señaló que las propuestas que incluye el texto «están lejos de lo que la mayoría de los países, entre ellos EE UU, pedía», y aseguró no poder «aceptar que se ponga a nuestro país y a otros en un riesgo que no corresponde a los beneficios que se obtendrían». A pesar de este rechazo, el embajador Mahley aseguró que no hay base para que alguien se queje de que los EE UU no apoyan los instrumentos multilaterales sobre las armas de destrucción masiva y los tratados balísticos.