Timothy McVeigh, convicto por el atentado de Oklahoma City, pasa las últimas horas de su vida en el mismo edificio de la cárcel de Terre Haute en el que será ejecutado hoy.
McVeigh se encuentra en una celda contigua al salón de ejecuciones, en momentos en que los medios de comunicación estadounidenses, que han invadido esta localidad del estado de Indiana, siguen las últimas horas y minutos de su vida.
McVeigh, de 33 años y confeso autor del atentado de abril de 1995 que costó la vida de 168 personas y que también causó heridas a medio millar de personas, fue trasladado a su celda final la pasada madrugada.
Allí recibió ayer sus últimas comidas, conversó con sus dos abogados -por separado y sin contacto físicoy espera a que el reloj se aproxime al mediodía de hoy, hora prevista para su muerte.
Antes de ser llevado a la cámara en la que recibirá una inyección letal, McVeigh podrá conversar por otros 15 minutos con sus abogados, a los que podrá dar las últimas instrucciones, incluido donde quiere que se depositen sus cenizas, pues será incinerado.
McVeigh ha pedido que no se divulgue ni lo que come, ni donde quiere que se coloquen sus restos.