Hoy es un gran día. Un hombre inocente, a nada que cubra unos trámites burocráticos, se irá a la calle, libre y fuera de toda sospecha. Y en parte, eso ha sido gracias a algunos de ustedes, aquellos que creyeron en su inocencia y colaboraron en la causa aportando dinero.
Poco o mucho, pero dinero al fin y al cabo con el que hacer frente a este segundo juicio en que el abogado Peter Raben, pero sobre todo la inocencia de Joaquín, ha tirado por tierra las tesis de un fiscal cuya actuación ha rayado el ridículo más espantoso hasta el punto de que, como contamos anteayer, pidió al juez que lo suspendiera.
Desde 1998, en que tomé contacto con la familia de Joaquín, he creído firmemente en su inocencia, y así lo he manifestado desde el primer momento. Y conmigo, bastante tiempo antes, el diputado Manuel Jaén Palacios, que estuvo con Joaquín tres veces, dos de ellas cuando muy pocos conocían su caso. Y por supuesto, Ultima Hora , que desde el primer instante también ha prestado su apoyo incondicional a Joaquín, divulgando su caso, abriendo una cuenta y animando a los lectores a que colaboraran. Lo mismo podemos decir de «Gente a la última», de Ultima Hora Radio.
Y por creer en esa inocencia, he estado dos veces con él, una de ellas con Joan Torres, en noviembre de 1998, en el corredor de la muerte de Starke, y otra, solo, en el pasado mes de noviembre, en Orient Road.
¡Ah!, y otra cosa antes de acabar. Cuando regresé en noviembre de Ortient Road traje un mensaje de Joaquín a los lectores de Ultima Hora . «Seré libre en primavera». Y así será, pues hoy, aún, es primavera.
La primavera que un hombre inocente se libró de la silla eléctrica gracias al buen corazón de muchas personas, entre ellas usted. Gracias.