La globalización ha traído consigo una enorme expansión económica, pero también un aumento de la pobreza y, con ella, una escalada en las violaciones de los derechos humanos, según denuncia el informe anual de Amnistía Internacional. La organización humanitaria, cuyo trabajo de este año se ocupa de la situación de los derechos humanos en 149 países, destaca que la globalización no es una excusa para que los Estados eludan su responsabilidad en este ámbito.
«La globalización -es decir, la difusión de la economía de libre mercado y el cambio tecnológicoha dado lugar a una enorme expansión económica, pero ha venido acompañada por la deuda, la pobreza y unas desigualdades cada vez más acusadas», sostiene Amnistía Internacional. «Muchos Estados afirman que se han visto obligados a adoptar una política económica que mina los derechos sociales, económicos y culturales. Pero ésta es una afirmación falsa porque los gobiernos tienen poder para defender a sus ciudadanos frente a las acciones arbitrarias de empresas multinacionales o de la presión de instituciones económicas intergubernamentales», añade el informe.
Según este documento, cuya difusión coincide con el cuadragésimo aniversario de la fundación de Amnistía Internacional, no sólo son los gobiernos o los agentes sociales quienes cometen los atentados contra los derechos humanos en el mundo. En muchos casos, los responsables son familias de las víctimas, miembros de su comunidad o personas que les dan trabajo. También las milicias paramilitares o grupos armados en general.
El informe, que detalla la situación en el año 2000, documenta la existencia de ejecuciones extrajudiciales en 61 países, ejecuciones judiciales en 28, presos de conciencia en al menos 63, casos de tortura y malos tratos en 125 y «desapariciones» en al menos treinta. Se dieron casos de detención y reclusión arbitraria o de detención sin cargos ni juicio en 72 países. Durante el año 2000, al menos 1.457 presos fueron ejecutados en 28 países, y 3.058 personas fueron condenadas a muerte en 65 países, mientras que diversos grupos armados cometieron graves abusos contra los derechos humanos en todo el mundo, como homicidios deliberados y arbitrarios de civiles, torturas y toma de rehenes en 42 naciones.