El Parlamento Europeo dio ayer luz verde al informe sobre la Directiva relativa a los deshechos de equipamientos eléctricos y electrónicos, que establece la obligación por parte de los fabricantes de recoger y reciclar los objetos cuando hayan terminado su vida útil.
Pese a que la norma debe pasar todavía un proceso de ajuste con las demás instituciones, el ponente del informe, el popular Karl Heinz, resaltó la importancia de esta nueva directiva debido a las inmensas cantidades de chatarra acumulada, que se duplicará en un plazo de diez años si no se toman medidas al respecto. El PE quiere que la nueva ley entre en vigor en un plazo máximo de 30 meses.