Científicos estadounidenses han presentado un nuevo fármaco contra el cáncer que paraliza el avance de la enfermedad en los enfermos graves y que podría estar a la venta el año próximo, informaron ayer.
El medicamento tiene el nombre en código de IMC-C225 y, aunque no cura el cáncer, sí ha logrado reducir el tamaño de los tumores de la cuarta parte de los enfermos sometidos al tratamiento, dijo Leonard Saltz, del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York. Saltz presentó los resultados de un estudio realizado a 120 enfermos graves de cáncer de colon, a quienes trataron con ese nuevo fármaco, ante la asamblea anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica, que se celebra hasta el 15 de mayo en San Francisco (California).
A la vista de los resultados, se iniciará un nuevo estudio con 1.200 pacientes de cáncer de colon en fase temprana. Los especialistas esperan que esta nueva medicina se pueda convertir en uno de los tratamientos estándar de los pacientes con cáncer de colon y, probablemente, también de otros tumores, pues se estudia su efecto en pacientes afectados por cáncer en los pulmones, ovarios, páncreas, cabeza y cuello. Su único efecto secundario es que el paciente puede desarrollar una afección cutánea similar al acné. «Este fármaco es una esperanza para muchas personas afectadas por esa enfermedad», dijo Saltz.
Los pacientes sometidos al estudio no habían reaccionado a la aplicación del tratamiento habitual de quimioterapia. Las investigaciones sobre ese nuevo medicamento comenzaron en 1983 y están financiadas por el laboratorio ImClone Systems de Nueva York, y según uno de sus directivos, Harlan Waksal, la empresa pedirá pronto su aprobación a la Agencia de Alimentos y Fármacos, por lo que podría estar a la venta en un año.