El Papa Juan Pablo II llegó ayer a Damasco, donde hizo un llamamiento en favor de la paz en Oriente Medio, exigió que se respeten las resoluciones de la ONU y afirmó que la paz sólo se alcanzará cuando exista un nuevo modo de compresión entre los pueblos.
A su llegada a Damasco procedente de Grecia, el Pontífice fue
recibido por el presidente sirio, Bachar al Asad, y por centenares
de niños.
Juan Pablo II mostró su satisfacción por estar en Damasco, donde se
produjo la conversión de San Pablo y donde el cristianismo comenzó
su marcha por el mundo. Hoy, día histórico, por primera vez en la
Historia un Papa pisará una mezquita, la de los Omeyas.