Varios centenares de agricultores convocados por la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y por la Asociación Nacional de Productores de Carne de Vacuno (Aprovac) se concentraron ayer frente a las puertas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) para pedir que el Gobierno destine una partida de fondos extraordinarios procedentes del presupuesto del Estado para ayudas directas al sector, afectado por las «vacas locas».
Los manifestantes (cerca de 500 según las asociaciones y 150 según la Policía) expresaron su intención de permanecer «los días que sean necesarios» ante el MAPA, hasta que el Gobierno atienda sus demandas, y no descartaron iniciar una huelga de hambre. El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, se reunirá el miércoles con representantes del sector para abordar la situación de la crisis, que afecta ya un 40 por ciento de explotaciones «que se encuentran al borde de la quiebra», según COAG.
Las principales medidas demandadas por los ganaderos son ayudas directas al sacrificio, tanto de hembras como de machos, ayudas para las vacas nodrizas y para aquellas reses mayores de 30 meses que deben sacrificarse, con el fin de restablecer «como mínimo, los costes de producción», explicó el secretario de Organización de COAG, Miguel López. La cuantía de estas indemnizaciones por animal sacrificado asciende, al menos, a 30.000 pesetas.