La epidemia que afecta a Europa demuestra que ningún país está libre del virus de la fiebre aftosa, según la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que pide «una acción internacional urgente» para combatirla en las zonas del mundo donde es endémica como paso para su erradicación. El secretario de la Comisión Europea de la FAO para el control de la enfermedad, Yves Leferband, destacó, que «el primer foco europeo se ha producido en Gran Bretaña, líder en los controles veterinarios» y que «el aumento del comercio y el turismo» impiden a cualquier país «sentirse seguro».
Ante la amenaza mundial que representa la fiebre aftosa, la FAO solicita a los países expuestos a este peligro que refuercen las medidas de vigilancia con campañas de información, estrechen el control fronterizo y elaboren planes para la destrucción de los cadáveres y el suministro de vacunas. «La rápida propagación de una cepa pandémica de fiebre aftosa demuestra a las claras la difusión del virus en vastas áreas geográficas y su capacidad para provocar epidemias en países que habían estado libres de la enfermedad durante muchos años», explica el organismo.
A pesar de que «la situación ha mejorado sustancialmente en las tres últimas décadas en Norteamérica, Centroamérica, vastas zonas de Latinoamérica y los países del Pacífico», la enfermedad «es endémica en muchos países de Africa, Oriente Medio, Asia y Suramérica». Los expertos de la FAO están convencidos de que únicamente soluciones dirigidas a erradicar la enfermedad en esas naciones pueden evitar nuevos brotes como el surgido en Gran Bretaña, una zona considerada segura hasta ahora. «No deja de ser sorprendente que el primer foco se produjese en Gran Bretaña, como tampoco que la situación siga siendo en estos momentos tan confusa», explicó.