La princesa Diana de Gales pudo salvarse si hubiera sido hospitalizada a tiempo tras el accidente en París que le costó la vida, revela el eminente cirujano Christiaan Barnard en un nuevo libro cuyos extractos publica «The Sunday Telegraph». El 31 de agosto de 1997 fallecieron la princesa Diana y su amigo Dodi al Fayed, hijo del magnate Mohamed al Fayed, tras estrellarse en el túnel parisino del Alma el automóvil en el que viajaban.
El doctor Barnard, de 78 años, pionero mundial en operaciones de trasplante de corazón, opina en su libro «Cincuenta vías para un corazón sano» que «se cometió un error al no llevarla (a Diana) más rápidamente al hospital». Según el experto, quien se consideraba un buen amigo de Diana, «creo que se pudo haber salvado. Según el informe que he visto, murió por desangramiento interno, algo que sólo podía detenerse en el hospital».