El Tribunal Supremo de EE UU sentenció ayer que los buques españoles «El Juno» y «La Galga» pertenecen a España y que ningún cazador de tesoros puede perturbar el descanso de más de 400 soldados y un supuesto tesoro valorado en más de 90.000 millones hundidos con los barcos en 1802 y 1750.
Con esta sentencia el Supremo de Estados Unidos rechazó sin comentarios la demanda presentada por el Estado de Virginia y la empresa de rescate marítimo Sea Hunt que pretendía revocar una decisión judicial previa que negaba el derecho de los buscadores de tesoros a sacar riquezas hundidas en el fondo del mar.
Un juez del Cuarto Distrito de Apelaciones decidió el pasado mes de julio que los buques españoles «El Juno» y «La Galga» pertenecen a España y que ningún cazador de tesoros puede perturbar el descanso de los soldados y marinos hundidos con los barcos.
Antes de abandonar la Casa Blanca, Clinton aprobó una medida que protegía los barcos hundidos, como «El Juno» y «La Galga». La medida fue considerada entonces como una importante victoria política que se ha visto refrendada ahora por la decisión del Tribunal.
De esta forma, los dos buques descansarán definitivamente en el fondo del mar. La causa española en los tribunales se enfrentaba a un conocido buscador de tesoros, el millonario Ben Benson, que encontró los restos de los barcos y defiende la vieja ley del mar de que «el que lo encuentra se lo queda».