Síguenos F Y T L I T R

El conocimiento del genoma humano desautoriza las teorías racistas y xenófobas

El denominado «libro de la vida» confirma que las diferencias genéticas entre el hombre y el resto de animales son mínimas

EFE-WASHINGTON
Este ambicioso proyecto revela que los seres humanos somos más similares aún de lo que se creía y más próximos al resto de las criaturas de lo que nunca se había pensado. Francis Collins, el otro gran impulsor del proyecto desde el Instituto del Genoma Humano, una iniciativa pública, aseguró que todo el equipo está «encantado, pero también preocupado».

El 26 de junio del pasado año, científicos de la empresa Celera Genomics, que preside Craig Venter, y del Instituto del Genoma Humano anunciaron el logro del primer borrador completo del genoma. Ayer, ambos grupos de científicos presentaron nuevos datos, entre ellos que el ADN humano atesora menos genes de lo que se pensaba o que existen vastas regiones desiertas en la larga cadena genética.

Las características y funcionamiento de los seres humanos, al igual que en el resto de los seres vivos, están escritas en el ADN, el ácido desoxirribonucleico. El ADN, que incluye los genes, forma los cromosomas y contiene las órdenes que toda célula necesita para desarrollarse, comportarse y diferenciarse de las demás. Pero la información del ADN es enorme. Se han contabilizado 3.000 millones de pares de bases entrelazados en la larga espiral que forma los cromosomas. Escondidos en esa maraña del ADN se encuentran los genes en un número menor de lo supuesto hasta ahora, aproximadamente unos 30.000, no muchos más de los que tiene un ratón, un gusano o la mosca de la fruta.

Entre las lecciones de humildad que el conocimiento del genoma ha aportado está la de que todos los seres humanos, de cualquier raza, compartimos un mismo y antiguo código y el color de la piel o las diferencias físicas apenas tienen relevancia en la complicada y determinante secuencia del ADN. «Nuestro conocimiento sobre el genoma ha cambiado notablemente desde el 26 de junio», selañó Venter. «Ahora sabemos que el razonamiento de que un gen codifica una proteína y eso desemboca en una enfermedad es falso», declaró el científico. «Son numerosas proteínas las que intervienen en el proceso».

Lo más visto