La comisaria europea de Presupuestos, Michaele Schreyer, presentó ayer la primera carta rectificativa del presupuesto comunitario de 2001 para incrementar en 161.500 millones de pesetas (971 millones de euros) la financiación comunitaria destinada a combatir la crisis de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) o mal de las 'vacas locas'. De esta cantidad, 116.470 millones de pesetas se destinarán a destruir las vacas de más de 30 meses no testadas, que no pueden entrar en la cadena alimentaria; 39.599 millones de pesetas apoyarán la intervención pública del mercado de vacuno, para tratar de controlar la sobreoferta, y 5.490 millones de pesetas servirán para ayudar a financiar los test de detección de la EEB.
Así, estos fondos servirán para financiar las medidas aprobadas por el Consejo de Ministros de Agricultura de la UE el pasado mes de diciembre, unas medidas que ya han sido complementadas con nuevas propuestas. «El margen de maniobra se ha agotado», dijo, en rueda de prensa, Michaele Schreyer, que calificó de «muy tensa» la situación presupuestaria.
Con esta rectificación del presupuesto, los gastos agrícolas de la UE superarán los 7'32 billones de pesetas para 2001, un 7'44 por ciento más que el pasado ejercicio. El conjunto del presupuesto sufre un incremento anual del 4'3%. «El Consejo de Presupuestos de diciembre insistió en que el presupuesto no podía crecer más del 3'5% en 2001, pero la crisis de la EEB ha dado al traste con este objetivo», declaró la comisaria.
Así, si a partir de ahora es necesaria más financiación comunitaria para nuevas medidas, habrá que recurrir a reducir gastos en otras líneas del presupuesto agrícola. «Todavía no podemos decir con exactitud dónde», indicó la comisaria. Sin embargo, apuntó que podrían utilizarse los 600 millones de euros que, en el presupuesto de 2001, están previstos como restituciones a la exportación de vacuno, dado que, ante el bloqueo de las exportaciones hacia terceros países, es posible que no sean necesarios.