Ya son siete las vacas detectadas en España con Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), después de que se confirmara que dos de las reses asturianas sospechosas de tener la enfermedad han dado positivo en los análisis. Aún se está a la espera de confirmar los análisis sobre la vaca encontrada en Àvila. Mientras, varios expertos desmintieron ayer que la nueva variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, producida a causa de carne de vacuno contaminada con la Encefalopatía Espongiforme Bovina, se transmita por transfusiones, tal y como podría deducirse de la decisión tomada el jueves por Cruz Roja.
La Federación Nacional de Donantes de Sangre, los presidentes de la sociedades de Homoterapia (Vicente Vicente) y Transfusiones (Antonio Fernández Montoya) y el director del Instituto Molecular de Barcelona, Pere Puig Domenech han desmentido el riesgo de que la nueva enfermedad de Creutzfedt-Jakob, relacionada con el mal de las 'vacas locas' se transmita por transfusión sanguínea.
Según Vicente y Fernández Montoya, no tiene sentido limitar las donaciones de sangre, ya que no se ha demostrado que la citada enfermedad se transmita por la vía sanguínea. En ese sentido, aseguraron que las informaciones publicadas al respecto son muy perjudiciales, ya que podría hacer disminuir el número de donantes de sangre, que ya de por sí es escaso en España. «No nos podemos permitir ese lujo».
En la misma dirección se pronunció el presidente de la Federación Nacional de Donantes de Sangre, Martín Manceñido, quien afirmó que deben ser los científicos quienes opinen sobre este particular, pues «de momento» no hay ningún motivo para hacer ningún tipo de movimiento en ese sentido.