El sindicato CC OO calificó la medida de «profundamente injusta y regresiva», Asaja cree que es muy inoportuna y los consumidores se manifestaron en contra, al entender que, aunque en un principio no está dirigida a ellos, encarecerá el producto final. Mientras, ayer se detectó una nueva res en Cantabria que podría haber tenido Encefalopatía Espongiforme Bovina.
La solución que ha encontrado el Gobierno para paliar el coste de la crisis de las «vacas locas» no ha dejado satisfecho a nadie. El secretario general de CC OO, José María Fidalgo, afirmó que la medida es «profundamente regresiva y profundamente de derechas», propia de una persona como Montoro, «que representa el ala más derechista y ultraliberal de este Gobierno».
En su opinión, la propuesta de Montoro es «cínica», ya que recurrir a un impuesto sobre el consumo significa gravar más a las rentas más bajas, lo que supone «una doble injusticia». Esto mismo criticaron los consumidores al sospechar que el impuesto encarecerá la carne. Según la Unión de Consumidores de España (UCE), lo razonable es que los distribuidores e intermediarios trasladen los incrementos del coste al consumidor. Además explicó que la medida también perjudicará al propio sector ganadero. Y es que, según recuerda esta organización, la crisis sólo ha hecho descender el precio final de la carne un 0'5 por ciento mientras que los ganaderos han perdido 24.000 millones de pesetas.
Mientras, ayer se detectó un nuevo animal en Cantabria que podría haber tenido el mal de las «vacas locas», aunque murió el pasado día 9 tras un parto. La res llevaba dos meses en España tras ser importada de Francia. Sobre los casos que hay pendiente de confirmar, el director del laboratorio del Centro Nacional de Referencia de las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles, Juan José Badiola, adelantó que los resultados de los análisis se conocerán hoy o mañana.