El director del Centro Nacional de Referencia para las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles, Juan José Badiola, dijo ayer que este año se conocerá la procedencia de la enfermedad de las «vacas locas» en España y señaló que también se producirá un incremento en el número conocido de reses afectadas.
Badiola, que intervino en un debate sobre la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) organizado por la Universidad Complutense, señaló que el incremento de los casos de «vacas locas» se deberá a la extensión de los análisis a aquellas reses que han muerto en las explotaciones ganaderas. Agregó, a este respecto, que en el resto de países de la Unión Europa también se producirá este incremento, provocado por la modificación de los sistemas de vigilancia epidemiológica, que han incluido recientemente los referidos análisis de vacas que no llegan al matadero.
Además en 2001 se conocerá la procedencia real de la EEB en España, destacó Badiola, quien remarcó que en estos momentos el origen de la EEB en los cinco casos detectados en España «es una gran incógnita». Señaló que entre las hipótesis está la utilización de piensos contaminados, pero insistió en que el origen es, por el momento, desconocido.
En cuanto a la posibilidad de que mañana el Comité Científico de la Unión Europea incluya el espinazo dentro de los materiales específicos de riesgo (MER), Badiola afirmó que si se toma esta medida es «por un principio de precaución». Explicó, en este sentido, que el objetivo de la prohibición del espinazo sería acabar con la posibilidad de que se extraiga mal la médula espinal y añadió que, desde el punto de vista de salud pública, si lo que se busca es la garantía absoluta «lo mejor es eliminar la columna vertebral».