ANDi, que se llama así por un juego de palabras con la iniciales en inglés del ADN (ácido desoxirribonucleico), es un pequeño mono que nació el 2 de octubre del año pasado y se ha convertido en el primer animal genéticamente modificado en la familia de los primates, a la que también pertenecen el ser humano. La noticia ha sido recibida como un gran avance de la ciencia, pero también se espera que provoque numerosas críticas, por lo que supone de cercanía a la posibilidad de modificar genéticamente un ser humano.
«ANDi» lleva en su ADN un nuevo gen que, sin ninguna función específica, posee fluorescencia, lo que permite a los científicos rastrear su distribución en la estructura genética del animal. Aunque el de «ANDi» es simplemente un gen «marcador», otros animales que podrían modificarse genéticamente en el futuro llevarán genes asociados con enfermedades específicas, con el fin de permitir la experimentación sobre esas dolencias. El cáncer, la fibrosis cística, la enfermedad de Alzheimer, los defectos de nacimiento, las enfermedades coronarias o el sida, entre otros problemas, son algunas de las dolencias que los científicos esperan poder investigar con este tipo de animales.
«Esta investigación "el logro de «ANDi»" rompe una barrera técnica» que existía hasta ahora. Según explican en la revista Science los investigadores, primero lograron introducir el nuevo gen en un óvulo no fertilizado de mono «rhesus». Los óvulos fueron después fertilizados y se logró la preñez de varias hembras de la especie, que dieron a luz tres animales. Uno de ellos, «ANDi», tenía incorporado el nuevo gen con éxito en su carga genética.