Las autoridades mexicanas han desalojado a 10.000 habitantes de la zona de riesgo del Volcán Popocatépetl, que ayer emitió cenizas y material incandescente, ante la expectativa de grandes exhalaciones en las próximas horas o días, indicó el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED). El riesgo del Popocatépetl, 67 kilómetros al sudeste de la Ciudad de México, ha crecido cinco veces respecto al nivel de 1997, cuando el volcán presentó una de sus fases más intensas desde que entró en erupción en diciembre de 1994. El desalojo fue ordenado el pasado viernes cuando el volcán alcanzó una actividad crítica, con más de 200 exhalaciones, que disminuyó el sábado y alentó a muchos a quedarse en sus poblados situados en la zona de mayor riesgo.
Apenas 3.895 de los 30.000 habitantes aceptaron el llamamiento de las autoridades y el viernes se fueron a albergues controlados por el Ejército Mexicano.
La cifra de desalojados ascendió hasta las 10.000 personas durante el sábado, tras una intensa labor de convencimiento de los habitantes que consideran que el nivel de actividad del volcán no es peligroso, explicaron las autoridades.
Patrullas del Ejército fueron enviadas a vigilar las poblaciones desalojadas con el objeto de proteger el patrimonio de los habitantes, que temen un posible pillaje y el descuido de sus animales de granja. El CENAPRED subrayó que «cada persona es libre de decidir en qué momento optar por un lugar seguro para sus familias».