Casi once millones de niños mueren anualmente de enfermedades que es posible curar, afirmó ayer la directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Carol Bellamy.
Otros 170 millones de menores "como aquellos condenados a la pobreza y al abandono" están mal alimentados, agregó al presentar el informe anual de Unicef sobre el Estado Mundial de la Infancia 2001. «La pobreza en la infancia es insidiosa e inmoral "subrayó". Niño tras niño, intelecto tras intelecto, se pierden en esa situación que entraña una pérdida enorme de potencial humano», agregó.