Un hombre que asesinó a una niña de siete años en 1988 fue ejecutado ayer en Texas, que con 38 penas de muerte cumplidas ha batido su propio récord de ejecuciones llevadas a cabo por un estado en la historia del país. Otros dos asesinos convictos recibirán una inyección letal esta semana con lo que la cifra podría llegar a 40 este año. El récord anterior quedó establecido por Texas en 1997 con 37 ejecuciones.
Garry Dean Miller fue condenado a muerte por el asesinato de April Marie Wilson, una niña a quien violó, estranguló y mató a golpes. Gary Brown, fiscal del condado de Jones quien logró la sentencia de muerte, dijo que en ningún momento sintió misericordia por el condenado. Todo lo contrario, «es una lástima que no lo hayan descuartizado. Es una lástima que no lo hayan despellejado y torturado como él torturó a esa niña».
Miller, era en 1988 empleado de un bar y trabajador ocasional que confesó su crimen a las autoridades y después ordenó que sus abogados no apelarán ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos.