La oposición coincidió ayer en cuestionar la utilización de armas en la identificación de los inmigrantes ilegales que llegan a las costas españolas tras el suceso que costó el domingo la vida a un magrebí y en demandar al ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, que explique en el Congreso lo ocurrido.
A la muerte el domingo de ese inmigrante en un forcejeo con un guardia civil, un caso que ha correspondido el juzgado número 4 de Algeciras (Cádiz), se sumó en la madrugada de ayer la de otro magrebí, fallecido al inhalar los gases producidos por el gasóleo de la patera que le transportaba junto a 31 personas, de las que diez sufrieron también quemaduras por estar en contacto con el combustible.
Mayor Oreja, cuya comparecencia urgente en el Congreso ha sido demanda por el PSOE y por IU, se mostró convencido de que tanto la investigación judicial como la emprendida por la propia Guardia Civil aclararán las circunstancias de la muerte del inmigrante «Si hay un cuerpo que lamenta esta muerte es la Guardia Civil, y este cuerpo quiere esclarecer más que nadie lo sucedido en Tarifa», aseguró el ministro y mostró su «apoyo absoluto a la investigación de carácter interno abierta por la Guardia Civil».
Por su parte el director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso aseguró ayer que el disparo que causó la muerte al inmigrante el domingo en Algeciras, Cádiz, se produjo cuando el joven, cuya identidad se desconoce, «efectuó un movimiento brusco que hizo caer al agente» que lo perseguía «con una linterna en una mano y la pistola en la otra», después de darle «el alto repetidamente» y haber disparado un tiro al aire, por lo que el arma se había «alimentado automáticamente».