El sector del vacuno registrará unas pérdidas de 6.750 millones de pesetas desde la aparición del primer caso en España de encefalopatía espongiforme bovina (EBB) o mal de las «vacas locas» hasta final de año. En este periodo el consumo de carne fresca de vacuno descenderá a menos de la mitad en favor de productos como el pollo, el cerdo o el cordero. La Comisión Europea aprobó el Reglamento por el que se establecen disposiciones especiales para la concesión de una ayuda al almacenamiento privado de carne de vaca. Los precios de la carne de vaca fueron los primeros en verse afectados por la crisis provocada por la aparición de la primera res afectada por la EBB en España. Los ganaderos, que en un principio pasaron a cobrar 20 pesetas menos por kilo de carne de vacuno, vieron cómo el producto se rebajó en un total de 100 pesetas por kilo posteriormente.
El sector afectado prevé que las pérdidas en carne de vacuno, que podrían ascender a casi 7.000 millones de pesetas, sean superiores a las registradas en 1996, fecha en la que aparecieron los primeros casos de EBB.
Gracias al descenso del consumo de carne de vacuno, los productores de cerdo, pollo, cordero y conejo serán los principales beneficiarios de la crisis. Probablemente, durante las fechas navideñas, los consumidores se decantarán por comprar este tipo de productos, lo que supondrá un incremento notable de las ventas.