La VI Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático fracasó ayer al no alcanzarse un acuerdo sobre la reducción de la emisión de gases con efecto invernadero, según declaró ayer el presidente de la Conferencia y Ministro de Medio Ambiente holandés, Jan Pronk. «Estoy muy decepcionado», señaló Pronk al confirmar el fracaso de la cumbre.
Después de doce horas de maratonianas negociaciones en La Haya, los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea y Estados Unidos no lograron superar las profundas diferencias que los separan sobre los principales puntos del protocolo de Kyoto (1997), que debía ser ratificado en esta cumbre. «Después de las largas negociaciones que precedieron la conferencia y del duro trabajo de muchos de nosotros, debemos constatar que no hemos alcanzado un acuerdo», declaró el ministro de Medio Ambiente holandés, que propuso que la conferencia sea «suspendida» y se reanude en el punto en el que han sido abandonadas las negociaciones.
La conferencia de La Haya tenía como objetivo definir las reglas de aplicación del protocolo de Kyoto (1997) para permitir la ratificación y con ella la entrada en vigor de este acuerdo internacional destinado a reducir en un 5'2 por ciento la emisión mundial de gases de efecto invernadero, responsables del cambio climático. Los puntos principales de desacuerdo se centraron en los «sumideros de carbono», los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL) y el recurso a otras medidas además de la reducción del consumo de energía para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los Amigos de la Tierra Internacional culparon a Estados Unidos y sus socios de la falta de acuerdo, acusándoles de intentar bloquear las acciones contra el calentamiento climático. Por su parte Greenpeace declaró en un comunicado que «este encuentro será recordado como el momento en el que los Gobiernos abandonaron el compromiso de una cooperación global para proteger el planeta tierra».