El oficial del submarino nuclear «Kursk» que dejó una dramática nota póstuma confiaba en que tenía entre «un diez o un 20 por ciento» de posibilidades de salvarse, se reveló ayer poco antes de ser enterrado con todos los honores.
Junto al féretro del teniente de navío Dmitri Kolésnikov expuesto en el Almirantazgo y cubierto con la enseña de la Armada rusa, se exhibió un marco con extractos inéditos del texto que escribió en el fondo del mar. Las nuevas frases divulgadas son: «15.45. Aquí está muy oscuro para escribir, pero lo intentaré a tientas. Parece que no hay posibilidades. Un diez o un 20 por ciento. Confiemos en que por lo menos alguien lea (la nota). Aquí están las listas de los tripulantes de los compartimentos (seis, siete y ocho), que ahora se encuentran en el noveno y van a tratar de salir. Saludos a todos. No hay que desesperarse».
Mientras miles de personas rendían tributo y depositaban flores al pie del túmulo, los buzos rusos y noruegos lograron por fin abrir un boquete en la cámara número tres del submarino, hundido el pasado 12 de agosto en circunstancia no aclaradas.
Los 118 tripulantes perecieron en el naufragio, y en las tareas de rescate de sus cadáveres comenzadas hace trece días se han conseguido recuperar doce cuerpos. La cámara número tres, puesto de control y de comunicaciones del «Kursk», que tenía 24 tripulantes, sufrió graves daños tras las dos misteriosas explosiones sucesivas que lo echaron a pique.