En la madrugada de próximo domingo, 29 de octubre, los relojes deberán retrasarse una hora, y a las 03.00 serán las 02.00, recuperando así el «horario de invierno».
Este cambio de horario, que permitirá disfrutar de un domingo con 25 horas, se producirá en cumplimiento de una directiva comunitaria que obliga a cambiar la hora el último domingo de octubre y es común a todos los países de Europa, salvo Islandia.
Así terminará el «horario de verano», que ha permitido aprovechar el mayor número de horas de luz solar y con el que se produce un ahorro energético de unos 11.000 millones de pesetas en España, de los que 10.000 corresponden a iluminación en los hogares.