A una de las niñas siamesas de Manchester se le acerca la muerte después de que sus padres, con todo el dolor de su corazón, hayan decidido no impedir que los médicos salven a su hermana. Los padres de «Jodie» y «Mary», las niñas siamesas de Manchester, anunciaron ayer a través de su abogado, Laurence Oates, que no apelarán ante la Cámara de los Lores contra la reciente decisión del Tribunal de Apelación que ordenó separarlas.
La decisión significa que los médicos tienen permiso para proceder a una intervención quirúrgica que supondrá la muerte de «Mary», la más débil de las dos. Las niñas, nacidas en el hospital «Saint Mary» de Manchester (oeste de Inglaterra), el 8 de agosto, están unidas por el abdomen y comparten el corazón y los pulmones.
Laurence Oates explicó: «He considerado cuidadosamente los argumentos a favor y en contra de una apelación en nombre de Mary». «Después de considerar este asunto de una manera angustiosa, he decidido no llevarlo más allá», añadió. «He puesto como prioridad, primero, la decisión de los padres de no apelar, y segundo, la moral, la ética y los argumentos legales que han propuesto al tribunal tanto el arzobispo de Westminster como los grupos pro-vida». «Estoy convencido "agregó" de que la decisión no va a sentar un precedente que dañe los principios legales y el respeto a la vida».