El estudio, que pretende ayudar a los fabricantes a establecer criterios de seguridad al hacer los diseños e informar al comprador sobre la seguridad de los coches, ha sido elaborado por Euro NCAP, un consorcio europeo integrado por los principales clubes de automóviles de Europa, la Federación Internacional del Automóvil y otras entidades, vinculadas al sector de la automoción.
Ajustar la tensión de los cinturones, mejorar la parte inferior de los tableros para proteger más las piernas, estudiar el anclaje de sillas infantiles y señalizar el airbag en los pasajeros alertando de su peligro cuando hay sillas de niños, son algunos de los aspectos que todavía deben mejorar. Sauret señaló que los ensayos, hechos en tres laboratorios de choque europeos para ver el comportamiento de los coches en los accidentes, constatan que el diseño y la estructura de los vehículos son fundamentales para la seguridad en caso de colisiones, y que no hay ninguna relación directa entre su precio y la seguridad.
Pere Sauret explicó que, para valorar la seguridad interior, los coches se compran en concesionarios normales sin decir que se utilizarán para este estudio, se estrellan a 64 kilómetros por hora contra un muro, simulando un choque frontal en un adelantamiento, y de forma lateral contra otro a 50. Un muñeco puesto en el interior con sensores para medir la aceleración negativa tras el impacto recoge datos de como repercute el choque.