El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, acusó ayer a CiU de «distorsionar» de forma «perjudicial» la imagen de España en el exterior, al hacerla aparecer como un Estado «en conflicto consigo mismo», con motivo de la polémica sobre los distintivos territoriales en las matrículas de los vehículos.
En una comparecencia ante la Comisión de Exteriores del Congreso, Piqué respondió así a las críticas del portavoz de CiU, Ignasi Guardans, quien reprochó al Gobierno que pretenda «ocultar» la realidad del Estado autonómico «renegando» de su reflejo en las matrículas de los vehículos, que son, a su juicio, la «primera imagen de marca» de España que perciben millones de europeos.
Los coches oficiales de la Generalitat de Catalunya ya llevan el adhesivo CAT al lado de sus matrículas, después de recibir el dictamen jurídico reclamado por el Gobierno catalán y que avala la colocación de este distintivo respetando los límites impuestos por el Reglamento de Vehículos.
Mientras, ERC ha abierto una cuenta corriente con un fondo de 1'7 millones de pesetas que se destinarán a sufragar los gastos judiciales que tengan los ciudadanos que decidan poner las siglas «CAT» sobre la «E» de España de las nuevas matrículas de vehículos. Carod ha animado a incorporar el CAT en las matrículas, «para combatir la imposición de la E con el acto libre de poner el CAT donde corresponde, como país que queremos ser de la Unión Europea».