El Tribunal Supremo ha condenado a la compañía aérea Trans World Airlines INC (TWA) a pagar a un pasajero español 250.000 pesetas por los daños morales producidos por un retraso de ocho horas en un vuelo que hizo escala en Lisboa cuando regresaba de su viaje de novios en Nueva York, el 13 de agosto de 1989, con destino Barcelona.
El pasajero pedía una indemnización de 70.000 dólares (13'3 millones de pesetas), pero el Juzgado de Primera Instancia Número 13 de Barcelona redujo esta cantidad a un millón de pesetas. La compañía recurrió ante la Audiencia Provincial de Barcelona, que volvió a rebajar la indemnización fijándola en 250.000 pesetas, cantidad que ahora confirma el Tribunal Supremo.
Los magistrados del alto tribunal consideran que «evidentemente» no pueden conceptuarse como daños morales «la mera molestia, el aburrimiento, enojo o enfado que suelen originarse como consecuencia de un retraso en un vuelo».
Ahora bien, la sentencia indica que «el retraso fue totalmente injustificable», ya que aprovechando la escala del vuelo en Lisboa, la compañía decidió que el avión procedente de Nueva York trasladara un motor para otro aparato que estaba averiado en la capital portuguesa.
A este hecho el Supremo suma la importancia temporal del retraso y la «afección en la esfera psíquica» provocada por la tensión y la falta de explicación razonable de la demora.