La violencia hacia las mujeres no es un problema exclusivo de España. De hecho, es una realidad que se produce también en países de nuestro entorno y de una forma mucho más sangrante en los países subdesarrollados o en vías de desarrollo. En estos lugares la violencia doméstica es sólo una rama de la discriminación que sufren millones de personas sólo por haber nacido mujer.
Hoy se presentó en Madrid el Informe sobre Población Mundial del año 2000 elaborado por la ONU, y los datos aseguran que una de cada tres mujeres en el mundo es maltratada por un hombre que conoce. Además, la ONU asegura que más de medio millón de mujeres en el mundo mueren por la falta de medios en el parto y da la voz de alarma sobre las consecuencias económicas de esta situación.
«Una de cada tres mujeres en el mundo es víctima de malos tratos por parte de un hombre que conoce». Este dato, aportado por la directora de la División de América Latina y el Caribe del Fondo de Población de Naciones Unidas, Marisela Padrón, es el inicio de un largo rosario que dibujan la realidad femenina en el mundo. Dos millones de mujeres sufren explotación sexual. Dos millones de mujeres sufren cada año la amenaza de la mutilación genital. Dos tercios del analfabetismo mundial recae sobre mujeres y niñas y la remuneración es muy desigual tanto en los países desarrollados como en los no desarrollados.
Además, en los países más pobres la discriminación se ve agravada por la falta de medios económicos. Cada año mueren en el mundo medio millón de mujeres por falta de medios sanitarios el parto. Las malas condiciones con que se realizan casi la mitad de los 50 millones de abortos a nivel mundial hace que 78.000 mujeres pierden la vida y millones de otras padecen lesiones y enfermedades.
En la mayoría de los países en desarrollo, las complicaciones del embarazo y parto son las causas principales de defunción y discapacidad para mujeres de entre 15 y 49 años de edad. Como consecuencia de la mala atención en la gestación y el parto, cada año hay más de 50 millones de casos de enfermedad crónica o discapacidad. En los países en desarrollo, sólo el 53 por ciento de los nacimientos se realiza con ayuda de personal médico capacitado.