El VI Congreso de Pastoral Penitenciaria, organizado por la Conferencia Episcopal, pide la modificación del Código Penal para que se introduzcan en el mismo nuevas alternativas a la pena de prisión, la libertad a prueba del condenado y se asegure a la víctima del delito su reparación.
El Congreso, reunido desde el viernes en la Fundación Pablo VI de Madrid, clausuró ayer sus trabajos con la aprobación de las conclusiones, entre las que pide la modificación del Código Penal «ampliando las posibilidades de alternativas a la prisión y suspensión del fallo en los condenados de hasta 5 años de privación de libertad».
Demanda también que «se establezcan cláusulas atenuatorias que permitan dar respuestas proporcionadas en determinados delitos de escasa entidad contra la salud pública».
Igualmente, los seiscientos congresistas que desarrollan su pastoral en las cárceles, solicitan que se incorpore a la legislación «la mediación comunitaria, con la consiguiente libertad a prueba para el culpable y el aseguramiento para la víctima de la reparación, con un fondo especial para el caso de infractores insolventes».
La Comisión Episcopal de Pastoral Social demanda de los responsables penitenciarios que articulen medios personales para que se multipliquen las ofertas de actividades en las prisiones que «prevengan el tedio de horas de patio, se ideen fórmulas que impidan efectivas cadenas perpetuas, se establezcan límites máximos temporales en los regímenes especiales de aislamiento en celda».