La organización ecologista WWF/Adena consideró ayer «gravísimo» el accidente ocurrido en una mina del norte de Suecia, perteneciente a la empresa sueco-canadiense Boliden, propietaria de la mina de Aznalcóllar que vertió en 1998 productos tóxicos que afectaron al Parque Nacional de Doñana.
La compañía posee una mina de cobre en Gallivare, en la Laponia sueca, cuyo dique de contención se rompió en la madrugada del pasado día 9, lo que dejó pasar un millón de metros cúbicos de agua y metales pesados a los ríos Vassara y Kalix.
Según la empresa, el accidente causó un vertido a la naturaleza de unos seis kilos de cobre que, aunque no han causado daños humanos ni consecuencias graves para el ecosistema local, sí han despertado las críticas del grupo ecologista por las consecuencias que podría haber tenido.
WWF/Adena destacó que, aunque esta vez la balsa apenas contenía residuos tóxicos, «el accidente podría haberse equiparado al de Doñana hace dos años» de haber estado llena.