EFE - TOLEDO
La fiscalía de la Audiencia Provincial de Toledo ha abierto
«diligencias de investigación» por el vertido de fuel-oil
procedente de la central térmica de Aceca, que el pasado día uno
contaminó diez kilómetros del río Tajo, por entender que se trata
de «un caso claro de delito ecológico por imprudencia».
Así lo anunció ayer el hasta ahora fiscal jefe de Toledo, Miguel María González, quien explicó que presentarán una querella contra los responsables del vertido una vez que analicen los informes solicitados al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) y a las distintas administraciones, documentos que llegarán «hoy o mañana». Las diligencias penales han sido abiertas por el teniente fiscal de la Audiencia de Toledo, José Javier Polo, que se hará cargo de esta instancia judicial provisionalmente después de que González deje el cargo por haber alcanzado la edad de jubilación.
Preguntado por las penas que pueden corresponder, González Blanco indicó que dependerá de los efectos que el vertido haya tenido en el medio ambiente, así como en la flora y en la fauna, aunque el actual Código Penal contempla penas de entre seis meses y cuatro años de prisión, además de multas y arresto. Las diligencias penales abiertas por la fiscalía de Toledo son un procedimiento distinto al expediente informativo abierto por la Confederación Hidrográfica del Tajo tras el vertido de al menos 25.000 litros de fuel-oil.