Parece que las aguas, aunque lentamente, vuelven a su cauce. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo, José Antonio Llanos, afirmó ayer que ya ha concluido la retirada del grueso de fuel-oil vertido al río Tajo procedente de la central térmica de ACECA. LLanos desmintió que exista peligro de intoxicación entre la población por consumir el agua del río o por utilizarla para el regadío. Además, las otras dos manchas de fuel-oil que el pasado jueves fueron vertidas por un buque irlandés cuando trasvasaba el combustible en el puerto de Santurce están controladas.
La limpieza de los márgenes del río Tajo continúan, ya que aunque el grueso del vertido ha sido retirado aún falta limpiar el río completamente, y eso es un proceso «más lento y se hace de forma manual y con limpieza a presión», por lo que no se acabará hasta dentro de dos semanas.