El proceso de regularización de inmigrantes, que tras cuatro meses de vigencia que acabó ayer, se ha desarrollado con total normalidad, según han destacado tanto el Gobierno como los sindicatos y las ONG, que también coinciden en que serán en torno a 160.000 los permisos que se concedan finalmente.
El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio, subrayó el hecho de que el proceso de regularización extraordinaria de inmigrantes, abierto el 21 de marzo, se ha desarrollado con «normalidad» y no «ha habido incidentes reseñables» gracias a la habilitación de más oficinas de extranjería, contratación de 911 personas más para atenderlas y la inversión de 3.000 millones de pesetas.
Aparicio indicó que «las cifras son muy superiores a las que estimaban algunas de las propias ONG y están más próximas a las que el Gobierno puso sobre la mesa», en torno a las 210.000 solicitudes presentadas, de las que ya se han estimado positivamente 90.000.
El vicepresidente de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes en España (ATIME), Kamal Rahmouni, calificó de «razonablemente positivo» el desarrollo del proceso y destacó la «coordinación» que ha existido entre el Gobierno y las ONG para que todo funcionara adecuadamente.
El representante de ATIME advirtió que es posible que de las solicitudes que en principio han sido estimadas positivamente haya un tanto por ciento que se quedará sin permiso de trabajo y residencia.
CC OO calificó de «muy positivo» el desarrollo del proceso, «tanto por la normalidad y organización del mismo como por las posibilidades de incorporar» a un «importante número» de extranjeros, una idea compartida por UGT que aseguró que este hecho pone de relieve que la actual Ley de Extranjería ha tenido un resultado satisfactorio.