AFP
El G8 abordó por primera vez este sábado la revolución de internet
y adoptó la «Carta de Okinawa» para tratar de hacer subir a los
países en vías de desarrollo al tren de la llamada nueva economía.
La «Carta de Okinawa sobre la sociedad mundial de la información»,
presentada como uno de los puntos fuertes de la cumbre de Okinawa
(sur de Japón), reflexiona sobre el «impacto revolucionario» de las
nuevas tecnologías de la información. Los jefes de Estado y de
gobierno consideran que nadie debería quedar excluído de esta
revolución, tanto en los países pobres como en el seno de las zonas
más ricas. Decidieron, por lo tanto, crear un Grupo de Expertos en
Acceso a las Nuevas Tecnologías, formado por especialistas de alto
nivel que llevarán a cabo el diálogo con los países en vías de
desarrollo, con los países del G8 y con el sector privado. Este
grupo deberá entregar un informe durante la próxima cumbre del G8,
prevista en Génova (Italia) en junio 2001, para evaluar los
progresos realizados en el establecimiento de un marco
reglamentario, la baja de los costes de acceso a las nuevas
tecnologías y la puesta en marcha de infraestructuras. La «Carta de
Okinawa» pone de relieve algunos grandes principios que el G8
promete defender: protección de los derechos de propiedad
intelectual, compromiso de no utilizar programas piratas,
liberalización de las telecomunicaciones, fiscalidad «coherente»,
promoción de normas comunes y protección del consumidor.
Intenet
El G8 decide reducir la «fractura numérica» de internet