Las temperaturas en Grecia fueron ayer, viernes, algo inferiores que los últimos días y alcanzaron una máxima de 38 grados centígrados, pero aumentó el número de incendios forestales, con fuertes vientos que dificultan su extinción. Los meteorólogos advirtieron ayer, sin embargo, que a partir de este domingo y hasta el próximo jueves, una nueva ola de calor podría afectar la región.
Pero el fuerte calor no solo ha afectado a Grecia, otros países como Bulgaria también han padecido las consecuencias del aumento de las temperaturas. En las afueras de Kirdyali (Bulgaria) se declaró ayer un incendio forestal de grandes dimensiones. Según la estatal Radio Nacional, las llamas y el humo son visibles a larga distancia y el fuego se extiende a gran velocidad por un bosque de pinos cercano al Combinado de Plomo y Zinc, lo que reduce al mínimo la visibilidad.
Bomberos, equipos de Defensa Civil y de la Empresa Forestal y más de 200 obreros metalúrgicos intentan controlar el incendio, que amenaza las casas de Sedlovina, aldea cercana a Kírdyali en la que se concentra una importante comunidad de la minoría turca.
De hecho la ola de calor que afecta a Bosnia en los últimos días provocó ayer, viernes, nuevos incendios forestales en el sur y oeste del país. Tres grandes incendios surgieron en torno a la ciudad de Konjic, a 70 kilómetros al sur de Sarajevo, y los esfuerzos de los equipos de bomberos por apagarlos se ven dificultados por el hecho de que la zona sigue minada desde la guerra (1992-1995). Ayer por la mañana se produjo un nuevo incendio también en la colina de Pasino Brdo, próxima a los suburbios septentrionales de Sarajevo, después de que los bomberos lograran extinguir los varios focos de fuego registrados en el borde sur de la ciudad.