Trece millones de personas mueren cada año por enfermedades infecciosas de fácil prevención, según el informa anual de la Federación Internacional de la Cruz y la Media Luna Rojas sobre desastres naturales, hecho público ayer. El número de muertes por sida, paludismo, infecciones de las vías respiratorias y diarrea fue 160 veces mayor el año pasado que el derivado de tragedias naturales como terremotos o ciclones.
El informe destaca el aumento del sida en el Africa subsahariana; las necesidades psicosociales y de salud pública generadas por la crisis de refugiados en Kosovo y la desnutrición crónica en Corea del Norte. La situación, ya grave de por sí, se agudiza y convierte la proliferación de enfermedades infecciosas en un «desastre» para la humanidad. Entre las causas señala la dejadez de los gobiernos en materia de salud preventiva.