Las dos pequeñas siamesas peruanas, de tres meses de edad, que fueron operadas anteanoche por un equipo médico de Palermo (Sicilia) para intentar su separación, han perdido la vida cuando su situación era ya desesperada. La pequeña Marta murió a las 09:20, hora local y española, tras nueve horas de una intervención quirúrgica muy difundida por los medios de comunicación y realizada por un equipo formado por 25 personas, entre ellas 22 médicos, en el hospital Cívico de Palermo. Su hermana Milagros, a la que estaba unida por el tórax y con la que compartía un corazón y un páncreas, ya había fallecido de muerte cerebral antes del inicio de la operación, para la cual sin embargo se mantuvieron algunas de sus funciones vitales.
Los médicos anunciaron que Milagros, la siamesa más débil, tendría que ser sacrificada durante la operación para darle a su hermana alguna posibilidad de supervivencia. No era posible salvar a las dos, debido a que la cavidad del pecho de Milagros era demasiado pequeña y deformada para recibir un corazón transplantado. Un comité de ética del hospital autorizó esta dramática operación, que se inició ayer después de medianoche (hacia las 00:15).
El profesor Carlo Marcelletti, que dirigió la intervención quirúrgica, reveló tras la muerte de la segunda siamesa que ésta se hallaba en «fase terminal» antes del inicio de la operación, e indicó que Marta murió debido a que su corazón, ya de por sí deformado, no pudo soportar la tensión de la operación. «Las posibilidades de éxito eran mínimas cuando la operación comenzó», reconoció el médico en una rueda de prensa. Si se presentara otro caso similar, «el médico debe intervenir en el primer mes de vida, ya que nuestro gran enemigo fue el tiempo», añadió.