En medio de la alarma por la magnitud de las listas de espera en la sanidad pública catalana, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, reconoció ayer que hay que invertir más en la red sanitaria para evitar las demoras hospitalarias. No obstante, defendió el sistema de concertación que mantiene con centros privados para descongestionar los servicios públicos. Por otro lado, el PP pidió al Colegio Oficial de Médicos de Málaga que intervenga en el conflicto creado tras la denuncia del jefe de servicio de Cardiología del Hospital General Carlos Haya.
Pujol, respondió de esa forma a una pregunta del diputado de ERC, Ernest Benach en la sesión de control al presidente. Además, recordó los datos aportados ayer en la Cámara por el conseller de Sanidad, Eduard Ríus, que afirmó que este año se destinarán 2.000 millones de pesetas como partida extraordinaria para aliviar la situación. Por otro lado, el presidente de la Generalitat defendió el sistema de concertación con hospitales privados que tiene la Generalitat para descongestionar los hospitales públicos en caso de necesidad. Frente a esta solución, Benach propuso como alternativas un aumento de la actividad en los hospitales, ya que están preparados para asumirla y sacar así las operaciones menos complejas de los grandes centros sanitarios.
Por su parte, los cardiólogos catalanes manifestaron ayer que la solución a la lista de espera pasa obligatoriamente por una mayor provisión de recursos. La Sociedad Catalana de Cirugía Cardiaca, que insistió que esta cuestión se había expuesto de forma reiterada a distintos órganos gestores, denunció que la situación actual de las listas de espera es consecuencia directa del aumento de los pacientes con dolencias cardiacas y del «incumplimiento de las directrices que marcó la Oficina de Evaluación de Alta Tecnología Médica en 1993, consensuadas por los profesionales de la especialidad» y que no se llevaron a cabo por falta de recursos.