Las sirenas de alarma sonaron durante dos minutos en Israel a las diez de la mañana de ayer por el Día del Holocausto, que recuerda a los 6 millones de judíos asesinados por los nazis durante la II Guerra Mundial.
En esos dos minutos todas las actividades se paralizaron y los automovilistas detuvieron sus vehículos y escucharon en silencio y en pie el tono uniforme de las sirenas, que se diferencia de las que anuncian un ataque enemigo porque éstas no tienen un tono continuo. También en señal de duelo por el Día del Holocausto, las negociaciones oficiales de paz entre Israel y los palestinos que se celebran en Eilat quedaron ayer suspendidas, con sólo contactos informales entre las partes.
Desde el lunes por la tarde, y durante 24 horas, todos los lugares de diversión y de ocio, incluidos cafés, restaurantes, cines, teatros y otros, están cerrados por ley, e inspectores municipales vigilan el cumplimiento de esta norma, cuya violación es castigada con fuertes multas.
Por otro lado, unos seis mil jóvenes judíos de todo el mundo desfilaron ayer por el antiguo campo de concentración nazi de Auchswitz en memoria de las víctimas del Holocausto, en la llamada «Marcha de los Vivos», acompañados por los presidentes de Israel y Polonia. El presidente israelí Ezer Weizman y su colega polaco, Aleksander Kwasniewski, encabezaron la marcha y pasaron bajo el célebre arco de entrada al campo.