Miles de trabajadores de toda España salieron ayer a la calle para protestar contra las altas tasas de siniestralidad laboral, así como para reclamar medidas al Ejecutivo que pongan fin a los accidentes en los centros de trabajo.
En conferencia de prensa conjunta, los responsables de Salud Laboral de CC OO y UGT, Joaquín Nieto y Dolors Hernández, respectivamente, pidieron al Gobierno que adopte medidas concretas porque no se puede seguir aceptando que la siniestralidad siga siendo el peor indicador socioeconómico, dijeron, y no descartaron futuras movilizaciones e incluso una huelga si el Gobierno no soluciona el problema. El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio, declaró que este día «debe ser un recordatorio de que en España no podemos sentirnos orgullosos de unas cifras que reflejan una realidad tras la cual hay personas, sufrimientos, y puede haber un reproche moral».
Nieto avanzó que es «primordial» aumentar la coordinación de las acciones preventivas y regular las empresas subcontratistas, que son las más vulnerables y en las que se registran la mayoría de los accidentes laborales.
Hernández y Nieto subrayaron la importancia de solucionar la financiación en materia de formación del Plan Nacional sobre Siniestralidad Laboral, que necesita al menos un fondo de 10.000 millones de pesetas anuales. CC OO y UGT pedirán la firma del plan marco de actuación entre el Ministerio de Trabajo y las mutuas de accidentes de trabajo -que disponen de 30.000 millones de pesetas para gestionar la siniestralidad laboral- y la creación de unas dependencias especiales en todas las fiscalías para perseguir los delitos que recoge el Código Penal.