Con motivo del Día de la Tierra, que se celebra hoy, los ecologistas han recordado cuáles son los principales problemas del planeta. Las más preocupantes, el cambio climático y la extinción de especies. En este marco, aseguran que la ratificación del Protocolo de Kioto para reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera es imprescindible para frenar el deterioro ambiental.
Ricardo Aguilar, de Greenpeace, recordó que hace ya tres años que se firmó el Protocolo de Kioto sobre la reducción de gases invernaderos y que ningún país lo ha ratificado. Aguilar comentó que «si se cumplieran todos los compromisos de este acuerdo, se podría empezar a poner un tope para reducir las emisiones, aunque el protocolo es muy pobre». En este sentido, Ecologistas en Acción critica la postura que mantiene España respecto al citado protocolo asegurando que es uno de los principales responsables de que no se cumpla. En la actualidad se superan en un 23 por ciento el nivel de emisiones de CO2 y el consumo de electricidad ha aumentado un 6'5 por ciento en 1999. Esta organización añade que durante los últimos doce meses también ha aumentado el consumo de petróleo un 4'5 por ciento respecto al año anterior.
La extinción de las especies es otro de los grandes problemas a los que se enfrenta el medio ambiente en el siglo XXI. Aguilar comentó que cada año desaparecen en el mundo entre 25.000 y 50.000 especies de las que se conoce su existencia, ya que hay muchas que no están catalogadas.
Para que la situación no siga empeorando, Greenpeace tiene como una de sus prioridades en España aumentar la conciencia medioambiental entre los ciudadanos. Además pretende mejorar la protección de la diversidad biológica, limitar las actividades con corredores ecológicos y no crear zonas aisladas en los parques naturales. También quieren que se ponga en marcha una política forestal que promueva los bosques y no los cultivos e implantar planes de reducción de residuos domésticos con mayor reciclaje y reutilización. Según afirmó Aguilar, «aunque hay que penalizar las agresiones al medio ambiente, es mejor bonificar las prácticas de respeto al entorno».