La campaña, cuyos anuncios comenzarán a emitirse el viernes, compara la mortalidad de los accidentes de tráfico en España (6.000 muertos y 140.000 heridos al año) con la provocada por tres catástrofes naturales que fueron especialmente significativas en 1999: el huracán Mitch, en el que murieron 11.000 personas, el terromoto de Turquía (705 muertos) y las inundaciones de China (más de 700 muertos).
Los anuncios recalcan que los muertos en las carreteras españolas en un sólo año son diez veces más que los del terremoto y las inundaciones y más de la mitad que los del huracán, con la diferencia de que mientras unos no se pueden prevenir, los de tráfico son evitables cumpliendo las normas.
La comparación entre ambas realidades se articula en cada uno de los tres tipos de anuncios que forman parte de la campaña a través de tres historias verdaderas: la de una niña que pierde a sus padres y una pierna después de un accidente con un conductor borracho; la de una madre que lleva flores al punto de la carretera donde fallecieron sus dos hijos tras estrellarse con su moto; y la de un hombre que llora desesperado tras saber que su mujer y dos hijas han muerto al salirse él de la vía para evitar a un vehículo en sentido contrario. Las causas de los accidentes citados en la campaña, cuyo lema es «Ya basta: por favor, cumple las normas», son el alcohol, el exceso de velocidad y la distracción.
Según Muñoz Repiso, tras tres años de campañas en las que «se había rebajado mucho el nivel de dramatismo» es el momento de «advertir» sin asustar, de «llamar la atención» de los conductores con las consecuencias de las imprudencias. «Se ha demostrado que es lo que más llega a las personas, lo que más queda retenido», dijo.