El presidente de la organización no gubernamental Médicos del Mundo, Ricardo Angora, aseguró ayer, en declaraciones a Europa Press TV, que las ayudas que los países más ricos aportaban a los más pobres se han reducido en «15.000 millones de dólares desde 1992» y que, al ser el hambre un problema estructural, «debe afrontarse con ayudas al desarrollo, porque si no se repetirá constantemente».
Angora reconoció, sin embargo, que las ayudas al desarrollo por parte de España se han mantenido e incluso incrementado. Así, subrayó que la situación actual en la que existe el peligro de que millones de personas mueran de hambre «se repite con regularidad» y aseguró que «se requiere una ayuda económica directa de unos 700 millones de dólares para paliar los problemas más acuciantes».
Angora pidió a los países más ricos un cambio en su política de ayudas al Tercer Mundo porque, en su opinión, en la actualidad «se plantean políticas que son casi una obligación moral por parte de los países más avanzados».
La organización no gubrnamental Medicos del Mundo, que trabaja actualmente en varios proyectos en los países de Sudán, Kenia, Angola y Tanzania, y que desarrolla un proyecto de ayuda de emergencia en Mozambique tras las inundaciones que asolaron el país hace pocos meses, participará, una vez que se resuelvan los problemas más inmediatos, «en programas de rehabilitación de estructuras de salud en la zona».