El primer ministro británico, Tony Blair, se tomará tiempo libre para dedicarlo a su bebé y a su esposa, Cherie, que tiene previsto dar a luz su cuarto hijo el próximo día 24 de mayo, pero continuará con sus responsabilidades políticas.
En una entrevista a «The Observer», Blair, de 46 años, asegura que desea disfrutar unos días de una especie de «estado vacacional» junto a su mujer y su bebé, pero sin olvidarse de sus numerosas obligaciones y compromisos laborales.
«Obviamente intentaré dedicarles el mayor tiempo posible aunque
está claro que seguiré gobernando el país. Eso tiene que
continuar», recalcó.
El primer ministro precisa en la entrevista que su decisión de
acompañar a Cherie, de 45 años, «es de sentido común» y que no
sabía si eso se podía entender como el ejercicio al derecho total a
la paternidad.
«Nunca dejo de ejercer como primer ministro», explicó Blair,
quien reconoció que incluso cuando estaba de vacaciones trabajaba
varias horas al día.
El primer ministro dejó claro su firme compromiso con sus labores
de Gobierno, pero reconoció que quería estar «más tiempo junto a
Cherie» cuando naciera el bebé y así «lo haré».
«Ello no significa que vaya a abandonar mis obligaciones y bromearía si negara que no cogeré ninguna llamada de teléfono, que no hablaré con nadie o que me quedaré pasivo si surgen crisis en el país o en el mundo», manifestó.
«Sería ridículo. Uno no puede hacer eso con este tipo de
trabajo, pero para mí es importante ahora ayudar a Cherie y al
bebé», señaló.
Fuentes de Downing Street, residencia oficial del mandatario
británico, ya han informado que no habrá más que una foto oficial
del bebé y que el primer ministro no aceptará ninguna propuesta de
la prensa para hacer publicidad de su hijo.