Myriam Emparanza, la madre de Eneko Baumgart, el niño que ha estado secuestrado en el Yemen por su padre, dijo ayer que la «primera gran impresión» que le produjo reencontrarse con su hijo, tras casi un año sin verle, fue que el pequeño no sabía cómo llamarla.
Myriam compareció ayer ante los medios de comunicación, un día después de su llegada al País Vasco con su hijo, de 7 años, al que su padre, Axel Baumgart, de origen alemán y ahora en prisión, se llevó en diciembre de 1998 aprovechando las vacaciones de Navidad. Además de mostrar su gratitud hacia todas las personas que le han apoyado en este tiempo, señaló que ésta «debe ser una página para cerrar porque detrás está Eneko», para el que pidió «respeto».
«No quiero que se le hagan fotos ni se le pregunte nada. Ha tenido durante mucho tiempo una vida anormal y ahora le corresponde ser un niño normal», destacó.
Tras meses sin saber nada de él, la madre localizó al pequeño en el Yemen y en noviembre del pasado año se fue a aquel país para tratar de recuperarlo, lo que consiguió el sábado después de días de negociaciones entre las autoridades yemeníes y el líder islámico que le custodiaba desde la detención del padre la semana anterior.