La Universidad Politécnica de Cartagena (UPCAR) está desarrollando un sistema de desalación mediante energía solar que pueda ser instalado en edificios y obtener de esta forma agua para consumo humano. El proyecto, desarrollado en colaboración con la empresa española «Energy, Comfort and Environment», tiene un plazo de ejecución de dos años y una financiación inicial de 60 millones de pesetas a cargo de la Unión Europea, dijo el gerente de la compañía, José María Galán.
Se trata de perfeccionar unas cubiertas solares, ya desarrolladas por la empresa para climatización, y adaptarlas a la desalación de agua. Las placas, explicó Galán, captan la luz del sol y esa energía se usa para que evapore el agua y quede la sal, con lo que se obtiene agua destilada.
El agua salina que no se evapora se devuelve al mar o a otros lugares, como hacen las depuradoras normales. «El problema es que se implante en casas particulares», dijo Galán.